Galán se convirtió en una figura destacada en los agravios de los campesinos colombianos contra las autoridades coloniales españolas, que imponían fuertes impuestos y políticas opresivas a la población local. En 1780, emergió como líder de los Comuneros, un movimiento que buscaba resistir el dominio español y luchar por los derechos de la gente común.

La Revuelta Comunera, también conocida como la Revuelta de los Comuneros, fue un levantamiento a gran escala que tuvo lugar entre 1780 y 1781 en lo que hoy es Colombia. Galán lideró a los Comuneros en sus demandas por un trato más justo, impuestos más bajos y más representación política. La revuelta obtuvo un amplio apoyo de los campesinos y las comunidades indígenas que sufrían bajo el dominio español.

Bajo el liderazgo de Galán, los comuneros capturaron varios pueblos y se involucraron en un conflicto armado con las fuerzas españolas. Sin embargo, su rebelión fue finalmente reprimida por el ejército español. En marzo de 1781, Galán fue capturado y, tras un juicio, fue condenado a muerte en la horca. El 1 de febrero de 1782 fue ejecutado en Bogotá, Colombia.

A pesar del fracaso de la Revuelta Comunera, José Antonio Galán sigue siendo una figura importante en la historia de Colombia y es considerado un símbolo de resistencia contra la opresión y la desigualdad social. Sus acciones inspiraron a generaciones posteriores de colombianos en su lucha por la independencia del dominio colonial español. Hoy, Galán es recordado como un héroe nacional y su legado continúa inspirando movimientos que abogan por la justicia social y la igualdad en Colombia.